Después de desafiar a Javier Milei e insultarlo "mano a mano", Ricardo Quintela -gobernador de La Rioja-, se reunió con Guillermo Francos, jefe de Gabinete de Ministros de la gestión libertaria, para aclarar los tantos. Sin embargo, aunque lloren y pataleen los miembros de La Libertad Avanza, no lograron convencerlo.
Es que desde que asumió el presidente, Quintela fue el más peronista de los peronistas. En sus discursos parecía ir fuertemente en contra del comandante de Las Fuerzas del Cielo y hasta se paró de manos haciendo correr por su provincia una moneda paralela -como si fueran los odiados Patacones- a la que los riojanos llamaron "Chachos" pero que en la formalidad se llaman Bono de Cancelación de Deuda (BOCADE).
Claro que esto enojó a sobremanera al papá de Conan, que puso el grito en el cielo cuando se enteró de que alguien osaba realizar tal maniobra independentista en su reino libertario que consistió básicamente, en resistir la crisis a través de la cuasimoneda y provocando el default de un bono en dólares en La Rioja.
Mientras Quintela proponía la circulación de los Chachos, mandaba mensajes claros con respecto al Pacto de Mayo que iba a celebrarse el 25 de Mayo en Córdoba que no tuvo lugar tras el rechazo de la Ley Bases. El riojano juró y perjuró que nunca firmaría aquel acuerdo.
Es que el contexto era increíble: por esos días, Milei andaba tras las polleras militares de Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, algo que puso de los pelos a Quintela que en esa oportunidad había tratado de "rastrero" al presidente y explicaba su postura: "Viene a la Argentina con un objetivo muy claro, que es parar el tema de las represas, quieren eliminar a China cuando China no quiere una política de colonización sino una política de presencia y expandirse por el mundo. Y nosotros por qué vamos a desaprovechar eso", decía allá por el cinco de abril de 2024.
NI FRANCOS LO PUDO CONVENCER
Si hay algo que se puede destacar del trabajo de Francos es su capacidad para dar y esperar a recibir acuerdos políticos. Casi como un soborno, o "lo mejor de la vieja política". Es esto lo que hizo con Quintela, pero -a pesar de todo- el riojano dejó claro que no le interesa firmar el -nuevo- Pacto de Mayo, ahora previsto para el 9 de julio en la "Ciudad del Jardín", San Miguel de Tucumán.
La reunión fue clave: el gobierno libertario daría el brazo a torcer para beneficiar a los riojanos con acuerdos para seguir con la obra pública, que en esa provincia estaba totalmente paralizada: "Esto no modifica mi posición política. Me llaman para firmar la continuidad de las obras públicas que se han parado en la provincia con los financiamientos que no podemos asumir nosotros. Nosotros veníamos reclamando respecto a la paralización de la obra pública. No reactivar sería un crimen para nuestra provincia", dijo para que se entienda, clarito, el gobernador.
La reunión en Casa Rosada duró apenas 20 minutos, y estuvieron presentes: Luis Giovine, secretario de Obras Públicas; Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete del Interior; Javier Milano, secretario de Provincias y Municipios; y Carlos Torrendell, secretario de Educación.
Francos le entregó las obras públicas al riojano y este le contestó ¡minga! cuando fue consultado sobre si con ese gesto ya estaría listo para firmar el Pacto de Mayo que obsesiona al presidente: "Al Pacto de Mayo no voy a ir porque son diez puntos que fueron impuestos, sin negociaciones previas", dijo Quintela y agregó: "El Pacto es justamente un acuerdo entre dos o más partes. En este caso no hay un acuerdo, hay una imposición de diez títulos que vos tenés que ir a firmar sin comentar previamente el contenido. Lo que dice el Gobierno es que se firmen esos diez puntos y después se empieza a desarrollar cada uno. Vos no podés acordar algo y no saber el contenido", remarcó contundentemente.
Además, se encargó -muy fiel a su estilo- de reforzar sus críticas para con las arcar políticas libertarias: "El balance es que en siete meses no hay una sola propuesta en beneficio de la sociedad, los jubilados tienen congelados sus ingresos", dijo el riojano que advirtió: "Yo tengo mi posición crítica hacia el Gobierno, espero que puedan modificar sus políticas para beneficiar a la gente. Hay un problema grave con muchos sectores de la sociedad, que tienen congelados prácticamente sus ingresos, fundamentalmente en el sector de la tercera edad".
EL CHACHO
Primero lo primero, ¿por qué "Chachos"? La respuesta no le sorprenderá: hace alusión a uno de los caudillos más irreverentes que luchó por la independencia y la soberanía argentina llamado Ángel Vicente Peñaloza pero más conocido como "Chacho" que nació y se crió en Manzalán, un pueblo de la Costa Alta de la Sierra de Los Llanos en La Rioja.
Los Cachos fueron anunciados desde enero por el gobernador riojano y puestos en circulación hace un poco más de 24 horas tras la aprobación de la cuasimoneda en la Legislatura de esa provincia. Los hay de 1.000, 2.000, 5.000, 10.000, 20.000 y llegan hasta los ¡50.000! En palabras del mismísimo Quintela explicó que no le quedaba otra que interrumpir la búsqueda del déficit cero que pretende Milei y su séquito de vana idolatría conformado también por Luis Caputo como ministro de Economía: "Debido al no envío de los fondos correspondientes a la provincia por parte del Gobierno Nacional, la devaluación, el ajuste y la profunda crisis que están atravesando todas las provincias", defendió Quintela.
Con los Chachos no solo se pueden pagar las boletas de la luz y el agua (1 CHacho = 1 peso argentino) sino que se pueden usar para comprar alimentos. Durante el mes de junio, los empleados del ejecutivo riojano recibirán 100.000 Chachos como parte de su salario y los directores generales recibirán 50.000 Chachos; en agosto le toca al resto de los trabajadores que recibirán también 50.000 Chachos.
A pesar de la oposición de otro riojano ilustra, Martín Menem (aunque no conoce la provincia y es nacido y criado en Belgrano), los Chachos ya circulan en la provincia.
