La Libertad (de discriminar) Avanza

Niegan la existencia de la brecha salarial por género, quieren eliminar el lenguaje inclusivo, dan de baja políticas de integración. Son anti minorías y tienen discursos cavernícolas. El auge de Nicky Márquez, biógrafo y amigo presidencial que odia sin parar.

13 Mayo de 2024
Lesbicidio en Barracas
Lesbicidio en Barracas

 Andrea Amarante, de 42 años, que permanecía internada en grave estado en el Hospital Penna con el 75 por ciento del cuerpo quemado, falleció luego de agonizar durante casi una semana a causa del brutal ataque perpetrado por el lesbicida Justo Fernando Barrientos, quien se encuentra detenido.

De esta manera, Andrea se sumó a las ya fallecidas Pamela Cobas, de 52 años, y Roxana Figueroa de la misma edad, quien tenía el 90 por ciento del cuerpo quemado. La brutal agresión lesboodiante se produjo el lunes pasado por la madrugada, cuando Barrientos incendió la habitación de la pensión donde vivían dos parejas de lesbianas. La única sobreviviente fue Sofía Castro Riglos, de 49 años, quien tiene lesiones más leves, pero continúa internada en el Hospital del Quemado.

Barrientos aún no fue indagado y el juez Edmundo Rabbione, que subroga el Juzgado número 14, todavía no definió si le aplicará al acusado el agravante del artículo 80 del Código Penal: si las tres muertes fueron femicidios agravados por el odio al género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión. Algo que no sólo a esta altura parece un hecho, sino que está directamente motivado por el grave retroceso en términos de derechos para las poblaciones más vulnerables de la sociedad.

Incluso, tras el ataque lesbodiante decenas de lesbianas se organizaron para manifestarse en contra de las políticas que van en contra de las identidades disidentes, visibilizar la presentación del libro de poesía "Transbianismo, cuerpo y mutilación" de Sabrina Bölke y repudiar los dichos del escritor Nicolás Márquez ,que días atrás al escalofriante hecho había expresado un discurso homodiante en el programa de radio de Ernesto Tenembaum. Nada es casualidad, sino causalidad.

El biógrafo del presidente había señalado que la homosexualidad es "insana y autodestructiva" porque una persona "de tendencia homosexual vive 25 años promedio menos que un heterosexual". También dijo que tienen "siete veces mayor propensión a las drogas, 14 veces mayor propensión al suicidio y 80% de las personas en occidente con VIH son homosexuales". "Cuando el Estado promueve, incentiva y financia la homosexualidad, está incentivando una conducta autodestructiva", habían sido sus dichos.

ODIA, ODIA, QUE ALGO QUEDARÁ
Poco antes de asumir oficialmente como Gobierno, Victoria Villarruel, por entonces compañera de fórmula de "Peluca", se manifestó en contra de la Ley del Matrimonio Igualitario y fijó su postura sobre la normativa sancionada en 2010 para garantizar el derecho a contraer matrimonio a personas del mismo sexo: "Llamarlo matrimonio, que es una institución que tiene que ver con lo religioso, para mí todos tenemos derechos ante la Ley. Determinados derechos ya estaban garantizados en la Unión Civil".

Su opinión fue cuestionada por Luis Novaresio, conductor que la estaba entrevistando y que notó la evidente homofobia: "Te molesta que los gays podamos tener el mismo tratamiento que los heterosexuales". "No. Estaba garantizado en la Unión Civil. De hecho hay un montón de parejas heterosexuales que no se casan y que están en una unión irregular en algunos casos. ¿Por qué me habría de molestar?", fue la respuesta de la hoy vicepresidenta. 

Al mismo estilo que la funcionaria negacionista se ubicó la canciller, Diana Mondino, que dio un paso más allá y comparó el matrimonio igualitario con tener piojos. "Una cosa son las convicciones de cada uno, que puede haber gente que le parezca lindo pintarse el pelo a cuadritos verdes y azules, y otra cosa es que tenga que ser obligatorio hacerlo de una forma o de la otra", había explicado, también con Novaresio enfrente. Pobre Luis, que le toca la enorme tarea de ver ante sus ojos las opiniones más aberrantes respecto de su propia condición sexual. "Es mucho más amplio que el matrimonio igualitario -dijo Diana-. Dejame exagerar, si vos preferís no bañarte y estar lleno de piojos, y es tu elección, listo. Después no te quejes si hay alguien que no le guste que tengas piojos".

Pero los discursos de odio públicos de Las Fuerzas del Cielo son muchos y se multiplicaron en el último tiempo. Ricardo Bussi, el legislador tucumano de la Libertad Avanza, o más bien, Atrasa, comparó a la comunidad LGTBIQ+ con discapacitados y dijo que no deben recibir asistencia del Estado porque se trata de un "grupo minoritario". "El que decide ser travesti, que se la banque solo; no se puede dar una cuota del Estado a alguien que pertenece a un grupo minoritario", expresó.

El hijo del represor Antonio Bussi sostuvo que si bien "son seres humanos que merecen todo nuestro respeto", no dudó en comparar a la comunidad con personas que sufren alguna discapacidad.  "Son como los rengos, como los ciegos, como los sordos. Son pequeños sectores de la sociedad que tienen que ser reconocidos, claramente", lanzó sin ponerse colorado.

En tan sólo cinco meses, la gestión Milei optó por no respetar el cupo travesti trans en el Estado y hasta prohibió "todo lo relacionado con la perspectiva de género" en la administración nacional. En el Día Internacional de la Mujer, el Gobierno definió el cambio de nombre del Salón de las Mujeres de Casa Rosada. La modificación fue confirmada en conferencia de prensa por Manuel Adorni, vocero presidencial, el mismo funcionario que salió a decir que le "parece muy injusto" hablar del ataque de odio ocurrido en Barracas "cuando la violencia es algo mucho más abarcativo que simplemente una cuestión contra un determinado colectivo".

Por último y no menos importante, el propio Milei el mismo día del ataque en Barracas participó en el foro del Instituto Milken donde ligó el "fracaso" de la Argentina a "una cultura donde (...) se persigue al privado para que se someta a mandamientos de supuesta moral, en cuestiones como el género, la cuestión racial o la cuestión ambiental, que muchas veces terminan atentando directamente contra la libertad y la capacidad de las empresas para generar riqueza".

Niegan la existencia de la brecha salarial por género, quieren eliminar el lenguaje inclusivo, dan de baja políticas de integración. Son anti minorías y tienen discursos cavernícolas. En materia de derechos, la Libertad Atrasa