Misiones se incendia con protestas policiales y Pato Bullrich está en Narnia

El gobierno nacional actúa como si no tuviera una provincia con la policía acuartelada. La ministra de Seguridad, que debería temer por el efecto contagio, comunica insólitos operativos policiales que -además- intentan tener una pátina de humor. El ropero, cada vez más abierto.

22 Mayo de 2024
Pato, en Narnia
Pato, en Narnia LQC

Lo que para los adultos es un simple mueble, para Peter, Susan, Edmund y Lucy representa la entrada a una nueva realidad. "Crónicas de Narnia" es una saga fantástica que bien puede aplicarse a la realidad, porque el gobierno habita su propio Narnia, adonde la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, suele hacer pata ancha. 

Desde Buenos Aires, la ministra integra un comité de crisis que poco y nada aportó al conflicto
Desde Buenos Aires, la ministra integra un comité de crisis que poco y nada aportó al conflicto

No es un secreto que hay una crisis en la provincia de Misiones. Ante este evento crítico, el Gobierno nacional convocó a un comité de crisis que está presidido por la propia Pato y copresidido por el gobernador, Hugo Passalacqua. "Funcionará hasta tanto cese la situación que le dio origen y se reestablezca la seguridad", dice la resolución firmada por Bullrich que, en los hechos, poco aportó.

Hasta ahora, solo se dedicó a criticar a la provincia y seguir con su agenda como si nada pasara. La ministra responsabilizó al gobierno provincial y se despegó del problema. "El conflicto lo tiene que arreglar la provincia", declaró. Y, como era de esperar, la ministra cargó además contra los manifestantes, "La Policía no puede ser piquetera. Tiene que tener otros canales para seguir su salario. No se pueden robar patrulleros ni autos de criminalística. Es inadmisible. Por eso enviamos fuerzas federales". 

Las protestas se extienden a lo largo de toda la provincia de Misiones con cortes de ruta y acampes
Las protestas se extienden a lo largo de toda la provincia de Misiones con cortes de ruta y acampes

Los dichos de Bullrich se alinean con la Casa Rosada, donde afirman: "Es un asunto provincial, lo tiene que solucionar la provincia". Quien sí se comunicó con Passalacqua fue el ministro de Interior, Guillermo Francos. "Hubo diálogo y nada más. No hubo ningún ofrecimiento", dijo una fuente misionera a La Quinta Columna. 

ESE BENDITO ROPERO

En el Narnia habitual en el que suelen vivir los integrantes del gobierno libertario, Bullrich ingresa al ropero y comparte gacetillas irrelevantes de acciones aún más irrelevantes. Elegimos algunas al azar:  "En dos grandes procedimientos en Salta, la Gendarmería Nacional le dio un golpe más al narco. En ambos, intentaron trasladar varios kilos de cocaína dentro de ¡conservadoras y heladeras portátiles! Los agarramos infraganti." anuncia el comunicado. "Los delincuentes, detenidos. La droga, lejos de la gente."

¡3 Heladeras! Droga en las conservadoras
¡3 Heladeras! Droga en las conservadoras

El otro de los partes sentencia "EN LA MESA NO SE HABLA DE POLÍTICA, PERO SÍ DE DROGA" y detalla que "En Santiago del Estero, la PFA desbarató a toda una familia con dos puntos de venta de droga en la ciudad de La Banda. Detuvieron a dos mujeres y un hombre, y decomisaron varios kilos de droga fraccionada y lista para comercializar, celulares y dinero. No van a arruinar más vidas. El que las hace, las paga."

"No se habla de política pero sí de droga"
"No se habla de política pero sí de droga"

Riñas de gallo en Chaco y un community manager que peca de gracioso al comunicar el trabajo de su jefa en medio de una crisis que se le viene encima. "LAS OLAS, EL VIENTO Y UNA ORGANIZACIÓN NARCO MENOS" , "NARCO MAMÁ", "SI NO TE CUIDA ¡AFUERA!" para hablar de de la detención de un agente penitenciario. La lista es extensa. Dicho está: Narnia. 

Las piezas comunicacionales podrían ser simpáticas (o al menos pertinentes)  si no existiera una provincia en graves problemas que el gobierno nacional ignora o cuestiona pero a la que no le aporta soluciones. Mientras tanto, en Narnia, Pato sigue con sus slogans.