En redes sociales, Javier Milei enfrenta a los colectivistas con frases como "Zurdos van a correr", pero en la vida real el león es herbívoro. Con su faltazo a la Cumbre del Mercosur, el presidente argentino no solo evita compartir escenario con el presidente de Brasil, Lula da Silva, además le baja el precio al mitin de cooperación de mayor relevancia para el país. Al Javo le gusta viajar, pero no la integración regional.
Las relaciones bilaterales con Brasil atraviesan días de máxima tensión con la última escalada de ambos mandatarios. En la previa de lo que iba a ser su segundo encuentro -el primero fue en el G7- Lula dijo: "No he hablado con el presidente de Argentina porque creo que [antes] tiene que disculparse con Brasil y conmigo, ha dicho muchas tonterías, solo quiero que se disculpe". El primero en confirmar que las disculpas no iban a llegar fue el portavoz, Manuel Adorni: "Está dentro de sus deseos y se lo respetamos, pero el presidente no ha cometido nada de lo que tenga que arrepentirse, al menos por ahora", dijo en su habitual conferencia de prensa.
El viernes, Milei redobló la apuesta y volvió a tratar de "corrupto y comunista" a su par de Brasil, y remarcó que no le pedirá disculpas. "¿Los que mintieron exigen que se les pida perdón porque uno les dijo la verdad? Hay que ponerse por encima de estas nimiedades, porque son más importantes los intereses de los argentinos y los brasileros que el ego inflamado de algún zurdito", disparó el libertario durante una entrevista en el canal LN+. "¿Cuál es el problema de que le dije corrupto? ¿Acaso no fue preso por corrupto? Le dije comunista, ¿no es un comunista?", siguió Milei.
Durante la campaña, el entonces panelista televisivo criticó reiteradas veces al presidente brasileño. Durante una entrevista con la agencia internacional Bloomberg llegó a plantear que "hay que eliminar el Mercosur, porque es una unión aduanera defectuosa y que perjudica a los argentinos de bien". En esos reportajes, MIlei todavía atacaba a China: "No solo no voy a hacer negocios con China, no voy a hacer negocios con ningún comunista. Soy un defensor de la libertad, de la paz y de la democracia. Los comunistas no entran ahí. Los chinos no entran ahí. Putin no entra ahí. Lula no entra ahí". El peligro de un vencimiento inminente del swap con el gigante asiático lo hizo cambiar de parecer y hasta se baraja la posibilidad de una viaje a ese país. Más hierba para el león.
Hasta acá los presidentes de Argentina y Brasil solo se vieron una vez. Fue en la cumbre del G7 en Puglia, Italia. El saludo fue casi gélido, y luego evitaron cruzarse. De hecho, la foto de familia muestra a cada mandatario en la punta opuesta. Lula sí participará de la Cumbre y al día siguiente visitará Bolivia tras el intento de golpe de Estado que Milei no repudió a título personal y al que puso en duda mediante un comunicado de la Oficina del Presidente. Un verdadero papelón diplomático.
Desde presidencia señalan que el 8 de julio el presidente viajará a la provincia de Tucumán, donde buscará sellar el pospuesto Pacto de Mayo con los gobernadores tras la sanción de la Ley Bases. El texto difundido el 1 de marzo en la apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso no es más que un copy paste del Consenso de Washington. En términos políticos será una primera muestra de respaldo y gobernabilidad hacia el mandatario que busca iniciar una nueva etapa de gobierno.
Desde que asumió su gobierno, Milei realizó nueve giras al exterior. Ninguna a países de Sudamérica. La mayoría fueron viajes a Europa y los Estados Unidos. El León herbívoro sólo viajó a El Salvador para participar de la jura de Nayib Bukele, quien asumió su segundo mandato en medio de un cuestionado proceso electoral. Tampoco ha visitado provincias, ni sale del perímetro que rodea la Ciudad de Buenos Aires. Milei prefiere los vuelos fuera del continente y hacerse el malo por X (Ex twitter) aunque en el fondo solo sea un gatito mimoso.
