Milei viaja a Rosario para celebrar el Día de la Bandera en un acto del que solo participarán el intendente local, Pablo Javkin, y el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, aunque no mantendrá reuniones en privado con ellos. Se espera un acto breve y en sintonía con el sentido de la fecha. La oficina del presidente lanzó una convocatoria en redes: "Vení a celebrar el día de la Bandera junto a Javier Milei" dice el posteo que lanzaron de sus cuentas oficiales. En Casa Rosada quieren que el presidente esté rodeado de gente en el Monumento.
El libertario estará acompañado por su gabinete de ministros para cerrar filas ante los nuevos rumores de salidas. Será una visita breve ya que Milei debe partir por la tarde a Europa, donde lo espera una nutrida agenda de distinciones en España, Alemania y República Checa. Ya lo dijo hace un tiempo, su verdadero pasatiempo favorito es "andar por el mundo dando batalla cultural". Por caso, en las últimas horas Milei se anotó un viaje más: "Macron me invitó para ir a París, y voy a ir para la apertura de los Juegos Olímpicos". El presidente se defiende ante quienes cuestionan sus viajes, "Hago mi trabajo y viajo todas las veces que sean necesarias para trabajar" dijo en las últimas horas.
Entre su vuelta de Rosario y la partida a Europa se espera que se concrete la reunión pospuesta con Federico Sturzenegger. Fuentes en Casa Rosada indicaron a LQC que la reunión de trabajo podría darse durante esta jornada aunque los cambios recién se oficializarían cuando el presidente regrese al país. El presidente quiere a Sturzenegger dentro de su equipo pero no quiere que sea a costa de incomodar al Messi de las finanzas, Luis "Toto" Caputo. Así se lo hizo saber al canal TN: "Nadie va a violentar los logros de Toto. Nadie le va a tocar el culo a Caputo". Para eso deberá moderar las expectativas del ex presidente del Banco Central que quiere acaparar buena parte de la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Economía. Milei podría concederle el rango ministerial pero delegarle, al menos por ahora, solo la desregulación del Estado.
Por las dudas quien ya ocupó el despacho contiguo al presidente que abandonó Nicolás Posse tras su salida fue "El Jefe". Karina Milei mudó la Secretaría de la presidencia al histórico despacho del jefe de Gabinete y trabaja a puertas abiertas con Javier Milei. Se especulaba que fuera Federico Sturzenegger quien desembarcara allí, pero le ganaron de mano. Guillermo Francos debió conformarse con la planta baja de la Casa Rosada.
Por ahora, respira la canciller Diana Mondino. Milei pasó de querer echarla semanas atrás a meterla en un freezer. El tándem Karina/Santiago Caputo se ocupó de neutralizarla. Primero le sacaron la "caja" que la Cancillería manejaba; luego le sumaron a la abogada Úrsula Basset, que tiene línea directa con todas las embajadas y se encarga de desactivar cualquier moción a favor de la "agenda2030" que tanto irrita a la presidencia.
Queda pendiente para el regreso del presidente los cambios en la Agencia Federal de Inteligencia, la Afi, que volvería no solo a llamarse Side, sino que además repondrá personajes del pasado. El nuevo interventor, Sergio Neiffert, con nula experiencia y conocimientos en Inteligencia tendrá el asesoramiento de Lucas Nejamkis, una suerte de "secretario privado" del ex director de contrainteligencia de la SIDE Jaime Stiuso. ¡Todo vuelve! La nueva estructura podría incomodar a la amiga del presidente Sandra Pettovello. Nejamkis es cuñado de Maximiliano Kezceli, el funcionario renunciado de Capital Humano. Pettovello fue una de las primeras en advertir que era espiada. La responsabilidad recayó sobre Nicolás Posse y el ex interventor de la AFI, Silvestre Sívori.
Milei regresará al país el martes próximo, con la expectativa de darle cierre a la Ley Bases en el Congreso y centrarse en la agenda de Seguridad que ya tiene varios proyectos presentados en el Congreso. Los que lo frecuentan advierten que vienen tiempos de "MIleísmo duro". El presidente quiere leyes que garanticen el orden en las calles. Su segundo objetivo además de bajar la inflación. Por las dudas ya avisó que el derecho a manifestarse seguirá en jaque y que los detenidos por los incidentes en el Congreso no son "presos políticos", sino "delincuentes" que deben permanecer "todos encerrados".
