Julia cobra la jubilación mínima y canta frente al Obelisco. La esquina elegida de jueves a domingo es la de Cerrito y Corrientes. Ama cantar, lo hace muy bien, pero lo hace para no pasar hambre: "Hola, soy Julia. Tengo 72 años y soy jubilada. Canto para llegar a fin de mes" dice el cartel que acompaña cada uno de sus shows.
"¿Qué le diría a ella?", preguntó la periodista británica Ione Wells, de la BBC. Y Milei se desnudó: eligió mentir. "Bueno, la verdad es que eso es falso, que el ajuste más grande lo está pagando la corporación política". Respecto de los recortes a pensiones y jubilaciones, Milei retruca: "Eso es falso. Son críticas infundadas". Y la trata de mentirosa frente al mundo entero. Lo explica -fiel a su estilo- con "la falacia del todo por la parte".
Las expresiones del presidente chocan de frente con el relato de Julia. Para recaudar más, realiza doble función los sábados. Cuando termina el segundo show tiene que esperar hasta las cuatro de la madrugada para tomar el primer tren que la deje en Guernica, donde vive. "Los domingos llego a casa a las 7 de la mañana", cuenta angustiada.
"Pero, específicamente, ¿qué le diría a esta jubilada y a las personas que están luchando contra los aumentos de precios?" y de nuevo el balbuceo: "Bueno, pueden mirarlas en dólares, y de ser de US$80, pasaron a ser de US$200. ¿A dónde está el ajuste, entonces?", respondió el anarcocapitalista.
Esos 200 mil pesos de los que se enorgullece el presidente libertario no alcanzan a un jubilado, ni a nadie, para realizar las cuatro comidas en Argentina. En una entrevista televisiva, Julia describió su realidad. Contó que fue a la carnicería con tres mil pesos y solo pudo llevar "dos churrasquitos cortados a Gillette" , y agregó: "Nosotros tenemos que comer bien, y no estamos comiendo bien". Argentina, año 2024, quinto mes de gestión libertaria.
"Entonces parece que el mensaje a esas personas es simplemente esperar un poco más", volvió a cuestionar Ione Wells al presidente, que siguió sin poder esbozar una respuesta coherente: "Usted no puede hacer magia", respondió en modo autómata.
La entrevista no avanzó sobre otros flagelos que padecen los jubilados, por ejemplo el precio de los medicamentos. Julia lo sabe muy bien, es paciente oncológica y comenzó a cantar para poder pagar su tratamiento. Está contenta. Los estudios le dieron bien. Pero compró un paf para combatir el asma y otro remedio y -entre ambos- gastó 65 mil pesos. "Haga la cuenta: gano 190 y 65 los dejé en la farmacia". Agradece al cielo tener su casa propia, levantada con sacrificio y años de trabajo. "Cuando era joven pensaba que de grande iba a poder viajar. Soy entrerriana de Concordia y no puedo ni visitar mi provincia, si un pasaje cuesta 70 mil pesos. Me quedo en casa".
Pero más allá de su cotidianeidad, lo que le duele a Julia es que el presidente la haya tratado de mentirosa ante las cámaras de televisión. Y dice: "Tengo la suerte de poder desplazarme y llegarme hasta el centro para cantar, pero hay viejos y viejas que no se pueden mover; yo estoy bien, pero pienso en todos los que están mal". Quizás sin saberlo, Julia describe el significado de la palabra solidaridad, algo que no figura en el diccionario del presidente.
