Todo ocurrió el 29 de mayo, 48 horas después de que el escándalo por sobresueldos en el ex Ministerio de Desarrollo Social se instalara en los medios de comunicación. Según detallaron trabajadores de la cartera, esa mañana se vio a varios funcionarios circular por el piso 14 e ingresar a la oficina de Pablo de la Torre- por entonces Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia-, quien había llegado cerca de las 9:30.
Media hora después vieron entrar Lucia Raskovsky, Héctor "Bebe" Calvente y Ana Mármora, importantes funcionaros del esquema más próximo a de la Torre. Casi una hora después arribó Leila Gianni, junto con sus dos abogados estrella Ariel Romano y Natalia Rey. Y más tarde llegó Federico Fernández, quien se desempeñaba como director general de administración del SENAF. Varios de ellos mencionados en la denuncia que detalla la reunión en la que se definió el esquema de triangulación con la Organización de Estados Iberoamericanos -OEI- para el pago de sobresueldos y engrosar la "cajita" política.
Tras la reunión -que no duró más de dos horas-, se trasladaron a las oficinas de la Secretaría de Trabajo, donde a Fernández lo esperaba un escribano público para documentar su confesión apuntando contra su superior Pablo De la Torre y deslindó de responsabilidad a Sandra Pettovello. Según contó el periodista Mauro Federico, el escribano pertenece a la Escribanía Chiesa&Chiesa, a cargo de Horacio Chiesa, militante de Javier Milei. Fernández pidió ir al baño y al volver se negó a firmar la declaración.
Pero la historia sumó otro capítulo cuando una trabajadora del ministerio reconoció que la mujer que custodia a Leila Gianni, miembro de la Policia Federal y que presenció armada la tensa audiencia con Juan Grabois en Comodoro PY, fue parte del encuentro donde se definió la suerte de Fernández. Según reveló el portal Data Clave, el cónclave fue en la oficina de Manuel De la Torre, otro hermano de Pablo y Joaquín que cumple funciones en la Sennaf.
Una testigo detalló que la sala estaba oscura y que en el interior estaban Leila Gianni junto a más personas y efectivos de seguridad en una actitud de completo amedrentamiento contra Federico Fernández. Luego, todos se dirigieron a la secretaría de trabajo, incluida Gianni y su intimidante custodia, que escoltaron el auto que trasladaba al ahora arrepentido funcionario, a esperar que Fefe "cante".
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El final es conocido, la confesión de Fernández derivó en las denuncias ante la Oficina Anticorrupción y en Comodoro Py. Pablo De la Torre y otros cinco funcionarios fueron eyectados del Ministerio. La justicia deberá determinar responsabilidades e incluso, decidir si le permite a Pettovello ser querellante o la deja afuera para imputarla. Esto último aterra a la amiga del presidente, que por ahora está más preocupada en cómo abordará su defensa personal que en entregar los alimentos que desde hace meses retiene en dos galpones de Capital Humano.
