No lo dudó. Una vez que las afirmaciones sobre que el Poder Legislativo le iba a poner un freno a la Ley Bases y a la reforma laboral que busca implementar desde hace casi siete meses se desplomaron como un castillo de naipes, Javier Milei se puso su mejor traje, la misma camisa celeste desgastada y corbata azul que usa en todos lados, y celebró la aprobación de su primera ley en la Cámara Baja (con 147 votos a favor y 107 en contra) en su señal de noticias favorita: LN+.
Allí lo esperaba un complaciente Antonio Laje, a quien poco le importó que el Presidente asegurara que la "Argentina empieza a parecerse a países como Alemania, Francia, Italia" cuando casi 9 de cada 10 inquilinos teme no poder pagar el alquiler, cuando los productores tiran toneladas de fruta porque no hay quién las compre debido a que -denuncian- "el poder adquisitivo de la gente se cayó" o el último informe de pobreza advierte que trepó a más del 55% y va a seguir escalando.
No, el periodista que la semana pasada cuestionó con firmeza la cartelización que le permitió llevar a cabo el libertario a las prepagas (todo lo contrario al libre mercado que siempre pondera) optó por complacerse cuando el líder de la Libertad Avanza (LLA) le aclaró que el número de argentinos que no cuentan con los recursos mínimos para satisfacer sus necesidades de alimentación, vestimenta y vivienda para subsistir un mes podría ser mucho mayor. "Al final no tuvimos esa híper que termina licuando todos los saldos reales de la economía, destruyendo todos los activos en términos reales, eso hubiera implicado 95% de pobres y 50, 60% de indigentes", le dijo Milei.
Durante la entrevista, "Jamoncito" también se refirió a que le dará un ministerio a Federico Sturzenegger la semana que viene, tirando por la borda aquella afirmación donde aseguraba que iba a a ser el presidente con menos carteras en la historia del país, pero se olvidó de hacer mención a lo que está ocurriendo en la provincia de Corrientes y el pésimo, paupérrimo y negligente desempeño que está llevando su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la búsqueda de Loan Peña. Incluso ignoró que su funcionaria propuso ir "con equipos radiológicos" a Corrientes "para buscar en la panza de animales" y así ver si encuentra restos del pequeño de 5 años.
También evitó hablar de su buen amiga Sandra Pettovelo y sus desmanejos y hechos de corrupción ocurridos en el Ministerio de Capital Humano. De lo contrario, optó por tirarse flores y remarcó que a pesar de que hizo "el ajuste más grande de la historia de la humanidad", algo que sólo afectó a los trabajadores de a pie, remarcó que "el salario real está arriba que en noviembre". "Los últimos 2 meses el salario real está creciendo y está mejor que cuando asumimos y los últimos 2 meses crecieron, y si tomás las jubilaciones están arriba también y no solo eso, sino que además en dólares se duplicaron", sostuvo el Presidente, a quien no se le cae la cara de vergüenza.
La recesión, que por ahora no da señales de haber alcanzado un piso, ya hizo caer el consumo al nivel más bajo desde el 2001 y está provocando una fuerte caída del empleo, con casi 400 mil cuentas sueldo cerradas. El consumo sigue golpeado y la pérdida de poder adquisitivo, con una caída del 7,7% en mayo último, según Cámara de Comercio y Servicios (CAC). Los datos más impactantes son los de Recreación y cultura, con una caída de casi 43%, Indumentaria y calzado, que cayó 27%. ¿En qué país vivirá el presidente? ¿O ya está pensando en su próximo viaje de placer por el exterior? Los números muestran una clara crisis de la que él se excusa.
Lo más curioso es que junto a la Ley Bases, se volverá a implementar el impuesto a las Ganancias, que implica que cerca de 800 mil trabajadores vuelvan a pagar el tributo si cobran más de 1.800.000 pesos de sueldo bruto ($1.494.000 netos), en el caso de los solteros, o más de 2.300.000 pesos brutos ($1.781.000 netos), para los casados, en alícuotas que van del 5% al 35%. ¿Y por qué decimos que es un dato curioso? Porque meses atrás, en su rol como diputado, tarea que muy de vez en cuando cumplió con frecuencia, el economista definía como "delirio descomunal" que el salario "se trate como ganancia". "Este impuesto es inmundo y tiene que ser eliminado", rezaba.
Ahora, como presidente, parece que el "león" cambió de parecer y mandó a unos 800.000 trabajadores que están exentos actualmente a pagar el impuesto una vez más con una actualización, según establecieron los legisladores, que se realizará cada tres meses durante 2024 y de forma semestral a partir del Índice de Precios al Consumidor (IPC) desde 2025. La casta no eran los grandes empresarios, los cuales se vieron beneficiados con la posibilidad de aumentar -como en el caso de las prepagas o los servicios de telefonía, internet o cable- con libertad el valor de las cuotas de sus servicios o los políticos que incrementaros sus dietas, eran los trabajadores de a pie.
