¿No la ve ni el FMI? La furia de Milei por las críticas del Fondo y la respuesta del "mercado"

El libertario esperaba honores, pero enfrenta presiones para devaluar.

25 Junio de 2024
Javier Milei
Javier Milei

"¿Se volvieron socialistas?". Por estas horas, la desorientación de Javier Milei alarma no sólo al Fondo Monetario Internacional. Los principales actores del mercado comenzaron a enviar señales concretas: los bonos se desplomaron pese a la aprobación en el Senado de la Ley Bases, mientras que el dólar blue se disparó y alcanzó un pico histórico de $1.330.

Mientras el Banco Central a duras penas logra mantener las reservas en época de liquidación de la cosecha, Toto Caputo sigue pateando los vencimientos, canjeando deuda por bonos y prendiéndole velas a las fuerzas del cielo para que el FMI avance con el desembolso de al menos cinco millones de dólares para sostener "un par de meses más" el falso equilibrio fiscal.

Los festejos por la renovación del Swap con China y la victoria en el Senado le dieron al Gobierno libertario oxígeno. Pero fue el propio Milei el que se encargó de quemar rápido el tanque. Y es que al padre de Conan no le gustó para nada el último reporte del FMI. ¿El motivo? Le reclaman un ajuste "más sostenible", exponiendo así la inconsistencia de los números del equilibrio fiscal, el caballito de batalla de la gestión libertaria.

En concreto, la vocera del organismo, Julie Jozack, calificó a principio de mes que la situación social en la Argentina es "delicada" y llamó al Gobierno a evitar que el ajuste recaiga "desproporcionadamente sobre las familias trabajadores". Pero eso no es todo. El FMI (sí, el FMI) le exigió "aumentar la asistencia social para apoyar a los pobres" y una hoja de ruta para "promover el empleo formal en el país".

El dato no es menor. En principio, el INDEC dio a conocer el índice de desempleo del primer trimestre libertario: subió dos puntos en comparación al que dejó en diciembre del 2023 la administración del Frente de Todos. A su vez, Sandra Pettovello volvió a tensar en las últimas horas la cuerda con la Justicia y se niega a repartir las más de cinco mil toneladas de comida que aún siguen en los galpones del ministerio de Capital Humano.

El viento adverso y las críticas del propio FMI dispararon la furia del presidente, que no entiende el porqué de los cuestionamientos del organismo internacional. "¿Cómo puede ser que me critiquen si hago un ajuste más duro y a la derecha de lo que ellos piden? ¿Se volvieron socialistas?", le preguntó a su mesa chica un indignado y desorientado Milei.

La respuesta es simple: el FMI lo que busca es que el ajuste se pueda "prolongar en el tiempo", algo que consideran imposible dada la crítica situación social del país y la fragilidad política del Gobierno. Pero Milei no da el brazo a torcer: se niega a recomponer las jubilaciones y ahora pretende que el desembolso del Fondo sea de diez mil millones de dólares, no los cinco mil que Caputo venía discutiendo. ¿El objetivo? Levantar lo más rápido posible el cepo cambiario y ganar así un poco más de tiempo.

Según consignó Página 12, Milei consideraba que "a esta altura lo iban a condecorar por el ajuste y no sólo que no lo hacen, sino que a su modo lo critican". Con el FMI reclamando una nueva devaluación y la interna entre Caputo y Federico Sturzenegger a la orden del día, el Gobierno enfrenta el fin de su primavera y se adentra en un crudo invierno, condicionado por alarmantes indicadores de la actividad económica.

A la suba del desempleo y la caída de la producción, se le sumó en las últimas semanas la desconfianza de los mercados. Y es que tampoco la ven. La recuperación en V prometida por los libertarios sigue sin llegar, el agro se niega a liquidar la cosecha con este tipo de cambio y el retraso cambiario acorrala a Caputo, que sigue negando una nueva devaluación.

Desde Europa, Milei intentó dar una señal de tranquilidad a los mercados después de la nueva suba récord del dólar blue: "El problema argentino no es monetario, es un problema de competitividad y eso no se arregla devaluando. Son imbéciles los que dicen que el tipo de cambio está atrasado y que hay que devaluar".

"Hay economistas que para justificar y lavar sus errores hacen argumentaciones poco felices, que hablan más de lo que quieren que pase de lo que verdaderamente tiene que ocurrir. Hay sectores a los que les conviene que haya salarios en dólares bajos y más pobes y más indigentes. Nosotros creemos que funciona desde otra manera la situación", esquivó.

Y el dato no es menor. Milei, que en diciembre del 2023 llevó adelante una bestial devaluación -hoy licuada por la incapacidad del Gobierno de conseguir dólares frescos-, sabe que otro salto del tipo de cambio volverá a disparar la inflación; algo que su electorado, que acompañó el ajuste pese a sufrir las esquirlas en carne propia, no le perdonará.

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