"Sos una bolu..., no sabés lo que te perdés": los aberrantes detalles de la denuncia de abuso sexual contra Fernando Espinoza
El actual intendente de La Matanza, Fernando Espinoza (cargo que obtuvo en el año 2005 hasta el 2015 y que recuperó en 2019 con el 64,12% de los votos), fue procesado por abuso sexual simple por orden de la jueza María Galleti en el marco de la causa que inició con la acusación de Melody Rakauskas, ex secretaria del matancero.
La joven -que además sostuvo que trabajó "en negro" como secretaria privada en la Municipalidad de La Matanza a partir del 28 de abril de 2021- denunció que Espinoza se le apareció tres veces, en distintas oportunidades, en su departamento, ubicado en San Justo, con la excusa de cenar y hablar sobre trabajo.
Aquellos encuentros, según consta en el expediente judicial al que tuvo acceso LQC, se registraron entre el 3 y 10 de mayo del 2021. "Se presentó en el lugar luego de referirle previamente a la víctima que quería cenar con ella para conversar sobre su trabajo. Cabe aclarar en cuanto a esto, que la víctima señaló en estos actuados haber iniciado su trabajo en la Municipalidad de La Matanza luego de entrevistarse con el imputado el 28 de abril de 2021, que la contratación fue ´en negro´ dado que nunca la registraron y que la llamaban por un nombre falso ´María Micucci´", detalla el documento a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 31.
Según consta en la causa, Espinoza le pagaba $150.000 mensuales por su labor de secretaria privada. "A los pocos días de haber comenzado a trabajar, el día 3 de mayo durante una jornada de trabajo, el imputado le refirió que esa noche cenarían en su casa, lo que la tomó por sorpresa puesto que se lo dijo en términos de imposición como algo ya decidido. Que ella le contestó que no entendía la propuesta y que él le respondió en un tono fuerte ´¡Qué cosa no entendía´", agrega el informe firmado por la jueza Galleti, donde además estableció un embargo de 1.500.000 pesos contra el intendente, que no afecta su libertad por el momento. También le impuso una prohibición de acercamiento.
De acuerdo con el documento, Rakauskas se sintió "intimidada" por Espinoza y -por ese motivo- terminó aceptando. La denuncia remarca que la joven le preguntó a su por entonces pareja -que además fue el que le consiguió aquel trabajo- qué opinaba y que éste le aconsejó que aceptara debido a que era "algo normal" que Espinoza cenara en las casas de sus secretarias "por tratarse de una persona pública que no quería exponerse yendo a restaurantes". "La víctima señaló que esa noche cenaron normalmente, pero que se sintió muy incómoda. Luego, contó que a los pocos días Espinoza volvió a decirle que esa noche cenarían en su domicilio".
La joven sostuvo que durante esa segunda cena con el intendente de La Matanza "tuvo una sensación física extraña, que se sintió demasiado suelta llegando a creer que el imputado le ponía ´algo´ en la bebida". De todas formas, Rakauskas destacó que aquella noche el funcionario "no se propasó con ella" y que sólo se limitó a hacerle preguntas de "carácter muy personales", situación que aprovechó para aclararle que estaba en pareja desde hacía seis años. Pero todo cambió -según la denuncia- el 10 de mayo, la tercera y última vez que cenaron. Ese día en la Municipalidad, el imputado "le ordenó" que se fuera temprano y que a las 21 horas iría a su casa.
Ante esto, siempre según el expediente, "ella agachó la cabeza por sentirse ´consumida de estrés y presión, porque era una decisión de él, nunca le preguntaba´". "Durante la madrugada del día 11, según relató la víctima, el imputado refirió tener dolores cervicales y de espalda, aduciendo estar contracturado", agrega el documento y señala que si bien la víctima le ofreció un calmante muscular, Espinoza le pidió "que le hiciera masajes".
"Pese a que ella se negó, refiriéndole que podía ser estrés y se fuera a descansar, el imputado le insistió con que le hiciera masajes", detalla la acusación en contra el funcionario matancero.
Pero lo peor vino después. Ante el rechazo de la víctima, Espinoza le dijo: "No tengas miedo, dale", y luego, mientras se sacaba la camisa, le insistió: "Quedate tranquila que las mujeres de mis amigos para mí tienen bigotes". Segundos después, reza la denuncia, la agarró fuertemente de las muñecas y la llevó obligada hasta la habitación, la tiró en la cama y comenzó a besarla cerca de los pechos. En ese momento, Espinoza le pidió a la joven que le practique sexo oral, pero la negativa de ella fue tenaz a pesar de que le rompió la camisa e intentó bajarle los pantalones. "Bueno, quédate tranquila. Siempre te tuve ganas, va a estar todo bien", habría dicho el intendente antes de irse.
Abajo, al intendente lo esperaban dos custodios armados en un auto. pero antes de salir del departamento, Espinoza lanzó unas últimas, y amenazantes, palabras: "Bueno, listo. Ya está, se terminó todo. Me voy, ya está, no te preocupes". "Me lo dijo de una manera amenazante, como un tono de poder que él sabía que es mi jefe, le dije: ´yo soy tu empleada, soy tu secretaria, quiero un trabajo digno, no entré con esta intención´. Empezamos a discutir porque yo me mostré enojada, porque estaba llorando con impotencia y me sentí ultrajada. No tenía, eh, ese señor me quitó las ganas de todo", fue el relato de la joven ante el fiscal de turno.
Y detalló sobre aquel posterior encuentro con el funcionario: "Le dije: ´qué ahora me vas a echar´ y le pregunté si me iba a echar ahora que no pudo abusar de mí y me dijo: ´No gorda, ya te dije esto es acá, ente nosotros. Lo que pasa en el trabajo es cosa del trabajo´, cuando él en realidad venía a cenar a casa para hablar y adentrarme en la política y para supuestamente enseñarme cosas de la Municipalidad que en su Despacho no podía.
(...) le rogué que nunca más me hiciera algo así, no estaba consciente, estaba con tanto miedo (...) Antes de que él se marchara de mi casa, enojado y con mirada agresiva, me dijo: ´Sos una boluda, no sabés lo que te perdés´".
Como consecuencia del hecho, la víctima se encuentra con tratamiento psiquiátrico y psicológico luego de que intentara quitarse la vida. Además, denunció que el Jefe de Gabinete del municipio, Claudio Lentini, le ofreció firmar un papel donde desistía de la denuncia a cambio de una designación laboral. La causa está en manos de la jueza Galletti, quien procesó a Espinoza por abuso sexual simple y desobediencia, dispuso un embargo económico y mantiene la medida cautelar de prohibición de acercamiento a menos de 500 metros a la denunciante.