Hace unos días se conoció una escandalosa noticia, que revela lo inhumano de las políticas libertarias. En galpones de lo que era el Ministerio de Desarrollo Social -el actual Ministerio de Capital Humano- se acumulan 5 millones de kilos de alimentos, que la ministra, Sandra Pettovello, y el presidente, Javier Milei, deciden dejar pudrir en lugar de repartirlo en los comedores y entre los más necesitados.
Entre la comida que se está por pudrir en los galpones hay 551.002 litros de aceite,40.054 unidades de latas de arroz con carne y hortalizas, 15.300 paquetes de azúcar, 53.321 de fideos guiseros, 182.213 de harina. Hay, también, 1.284.855 kilos de leche en polvo, 345.651 latas de puré de tomates y 1.901.752 kilos de yerba.
Primero fue el vocero presidencial quien reconoció la existencia de esta mercadería. Pero su habitual sorna ya no sorprende. Cuando le consultaron al presidente acerca de esta situación, la respuesta desconcertó: "Se está repartiendo". Más allá de que no es cierto, lo siguiente es aún más terrorífico. Le retrucaron con que la gente no llega a fin de mes, y respondió: "Si eso fuera verdad se estarían muriendo en las calles, y eso no ocurre".
TODO ESTO ENCANUTAN
Amén de la comida, lo más escandaloso, hay más elementos guardados en esos galpones, que están distribuidos por todo el país. En La Boca, en Villa Martelli, en Tucumán, en El Palomar. Todos estos insumos son necesarios para las poblaciones más vulnerables, pero el gobierno prefiere guardarlo y no repartirlo.
Hay 12.222 botellones de 6 litros de agua mineral, 13.751 colchones de 1 y 2 plazas (cunas también), 85.871 sábanas y frazadas (con temperaturas gélidas). Hay camas de una, de dos plazas y también cuchetas. El caso de los guardapolvos debiera causar tanto estupor como con la comida. Con dos meses de clase, LLA encanuta 190.139 guardapolvos con talles que van del 6 al 16, kits escolares, ropa, elementos de trabajo (palas, taladros, motosierras, hornos).
El caso de los repelentes es obsceno. Aun se recuerda la escasez que hubo durante la epidemia de dengue y la locura colectiva por conseguir algún frasco en stock (con la consecuente especulación en precios) el MCH acumula 14.241 unidades que, por el tiempo trascurrido, se vencieron.
Hay sillas de ruedas (114), tirantes para construir casas (83.833), chapas (577), sillas de ruedas eléctricas (1) y hasta dos tubos de oxígeno. También pastillas potabilizadoras de agua, ollas de 100 litros, zapatillas, botas de lluvia y elementos de limpieza (lavandina, limpiapisos, shampoo y jabón).
Mientras tanto, la denuncia presentada en la Justicia por el dirigente social Juan Grabois (uno de los principales apuntados por el gobierno libertario) crece. "La comida se pudre en los galpones de Capital Humano mientras a 100 metros las familias argentinas pasan hambre", escribió Grabois en el comienzo del mensaje que publicó en su cuenta de Twitter. "Estos reverendos hijos de puta que nunca hicieron nada por nadie tienen dos depósitos llenos con más de 4 millones de kilos de alimentos en Villa Martelli y Tafí Viejo mientras dejan a seres humanos, niños, madres y abuelos sin comida. Figura en el pedido de informes adjunto y lo reconoció Adorni", siguió.
Y va con nombre y apellido: "A los jueces que intervienen en la causa contra Pettovello y el amparo contra el Ministerio de Capital Humano. El juez Sebastián Casanello y la fiscal Paloma Ochoa en el primer caso... apúrense un poco porque hay pruebas contundentes y no vimos todavía allanamientos ni inspecciones. A Walter Lara Correa, contencioso administrativo, supuesto defensor de los derechos sociales: a ver si se ponen las pelotas y dejan de temblar para tomar una decisión concreta, 'porque sin justicia no hay paz' (Francisco) y ustedes deberían ser la Justicia".
