Murió Ernesto Weber, el torturador que mató a tiros a Rodolfo Walsh: la historia detrás de su vil apodo "220"

Condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad, capacitó a los marinos en el uso de la picana eléctrica.

12 Julio de 2024
Ernesto Frimón Weber
Ernesto Frimón Weber

Longevo y en absoluta soledad murió uno de los represores más retorcidos y macabros de la última dictadura militar: Ernesto Frimón Weber. Tenía 93 años y se fue de este mundo sin decir dónde están los miles de cuerpos que hicieron desaparecer entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983. 

Weber fue parte del Grupo de Tareas 3.3 entre 1977 y 1978. Operó tétricamente en el Centro Clandestino de Detención que se montó en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) y allí se ganó el apodo de "220" porque disfrutaba de enseñar a otros represores el uso de la picana eléctrica con la que torturaron a hombres y atacaron sexualmente a mujeres. 

La ESMA, el centro donde operaba Ernesto Frimón Weber
La ESMA, el centro donde operaba Ernesto Frimón Weber

En su funesto prontuario se lo responsabilizó de haber matado a Rodolfo Walsh, padre del periodismo de investigación con perspectiva de Derechos Humanos. La investigación y posterior condena se dio cuando se anularon las leyes de la Obediencia Debida y Punto Final.

Al mismo tiempo que se lo condenaba por la muerte del periodista (autor de obras como ¿Quién mató a Rosendo?Operación Masacre) se lo imputó por saqueo a viviendas de detenidos-desaparecidos, represión, tortura y robo de choches; quien lo condenó es Sergio Torres que además lo responsabilizó por haber robado la obra literaria de Walsh y sus bienes personales que nunca fueron recuperados. 

Rodolfo Walsh
Rodolfo Walsh

Walsh murió en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con el genocida el 25 de marzo de 1977 a sus 50 años. En declaraciones posteriores, el represor recuerda que fueron a buscar a Walsh justo a otro genocida Alfredo Astiz; se encontraron con un Walsh armado con una pistola automática calibre 22 que disparó pero sin darle a Weber. Orgulloso, el ex policía desenfundó su arma y le dio tres fatales tiros; en su declaración explicó: "Era él o yo". 

Además de incriminarlo por la muerte del periodista, el 28 de diciembre de 2011, el Tribunal Oral Federal Criminal N° 5 de la Ciudad de Buenos Aires le dictó condena perpetua pero también fue inhabilitado de manera absoluta y perpetua, accesorias legales y costas.

Alfredo Astiz
Alfredo Astiz

Ya en 2017 fue doblemente condenado a cadena perpetua por los aberrantes hechos cometidos en la ESMA. Con los años pudo obtener el beneficio de la prisión domiciliaria. 

Weber no lo quería ni la policía que en 2023 dictaminó, a través de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, que fuera dado de baja de la Policía Federal, fuerza de la que se había retirado. 

El genocida se reprodujo tantas veces como pudo, durante su vida engendró a siete hijos. Dos de ellos tienen sus genes represores: Ernesto Sergio Weber y Ernesto Gabriel Weber que hicieron su carrera en la Federal.

Represión en 2001
Represión en 2001

Gabriel fue señalado como responsable de la muerte de Carlos Almirón, Diego Lamagna y Gastón Riva, manifestantes que salieron a la calle durante el 20 de diciembre de 2001 en Plaza de Mayo; todavía no fue juzgado. Tuvo más suerte que su padre Ernesto Frimón Weber que murió con mucho miedo de ir a la cárcel y con su máximo logro que es haber sido apodado "el maestro" de la picana eléctrica.

La organización de Derechos Humanos H.I.J.O.S. expresó ante su muerte: "En los años de impunidad para los genocidas, desde H.I.J.O.S. escrachamos a Weber. El barrio no sabía a quién tenía al lado: no era un vecino, era un genocida en el silencio de la impunidad", dijeron y agregaron: "Otro genocida que se van sin decir dónde están los miles de cuerpos que siguen desaparecidos y la verdad sobre nuestras hermanas y hermanos que nacieron en cautiverio".